samedi 18 septembre 2010

El autobús y lo que ella veía en él.




Ella se sentó en el asiento reclinable. Sus pies no tocaban el suelo. Ni tan siquiera sus puntas. Los dedos se movian indecentes dentro de las botas. Las medias le hacían marcas en la barriga. La falda la apretaba. El cinturón la ahogaba. Se enconjía. Hacía calor. Un bochornoso septiembre. La gente la miraba con preocupación. Su cara se volvía pálida. La humedad cumplía su propósito. Ella se descalzó. Las botas cayeron al suelo del autobús. El ruido resonó en el silencio. Ella cerró los ojos. Aguardó el momento. Esperó las palabras definitivas. Ha llegado usted a su parada y todo eso. Si no moriría allí. Lo sabía. Empezaría a faltarle el aire y sería cuestión de tiempo. Y de espacio. Sus pulmones se colapsarían de humedad. Su habitación roja apareció ante ella. Y con ella la suciedad. Los recuerdos. El moho. El dolor. La humedad más reciente. Más dura. Se hacía palpable. Se frotó las manos. El sudor recorría sus palmas. Su piel se había convertido en cráteres de pozos de petróleo de desamor y fracasos. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Alguien le ofreció un pañuelo. Ella se enjuagó las lágrimas. Pero la habitación roja seguía frente a ella. En el asiento de enfrente. Recordándola que no había terminado todo. Que los recuerdos seguían allí. Acechándola. Aunque ella cambiara de autobús cada día. Aunque omitiera bajarse en su parada. Aunque adelantara unos kilómetros su destino. Siempre allí. Frente a ella. El autobús no abanzaba. El tráfico era lento y pesado. Nadie parecía ver lo que ella veía. Y eso le enervaba. Todo para ella. Sin nadie que la defendiera. Sin capa ni chaleco antibalas. Sólo ella. Sola. Como siempre. El autobús paró. La gente comenzó a bajarse. Ella no se movió. El autobús volvió a ponerse en marcha. Ella no se movió. Ni aquel día. Ni ningún otro.



Tickets de autobús aquí. Gracias.

5 commentaires:

  1. Ella, su personaje. La protagonista de la historia conmovedora de "ella y el autobús" (según el contexto).

    Un comentario en el oído.

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  2. Buf... te superas, es que lo haces. Y no creas que este tipo de texto me gustan tanto como para no darme cuenta de que en el fondo, cuanto más bonitos son, más se te empapaba el corazón al escribirlos...
    Espero que se te vaya secando.
    Un beso :)

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  3. Cuanto más te leo, más sin palabras me dejas....

    http://the-thinking-cat.blogspot.com/

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  4. Buah, que bonito...
    En cuanto a lo de enamorarte... Tiene sus partes buenas y sus partes malas, supongo, todo depende de quién te enamores.
    Un besito:)

    B.

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