jeudi 4 novembre 2010

¿Alguna vez lo has sentido, Anna?

Recuerdo a Julio Puente como aquel hombre bonachón de la sexta avenida norte. El de los días secos y ásperos, digo. Recuerdo como me miraba día tras día el escote cuando me sentaba frente a él en el autobús de la parada 5.2. Incluso a veces soñé con él. No es que a mí me pongan los hombres mayores, Anna. No te confundas. Creo que fue un sentimiento de familiarid y calidez amorosa. De convencimiento y cariño mutuo. Ya sabes, la rutina. ¿Cuántos años tendría entonces? ¿40 ó 45?. Quizá algo menos. Él siempre me decía que todo el mundo le echaba más años de los que tenía. Aunque, sinceramente, creo que lo decía para echarse flores a sí mismo. Era un mentiroso. Y a mí no me engaña nadie. Bueno, tú lo sabes. Recuerdo su barba de los viernes, y su afeitado apurado los lunes. "Para empezar bien la semana". Su maletín de cuero negro, roto y feo. Gastado. Con el tiempo. Como él. Sus sonrisas contagiosas. Su risa triste. Su paleto derecho un poco sobresalido. Su pelo rizado mojado. Sus mejillas mecidas por el aire acondicionado del autobús. Siempre, siempre, demasiado frío. Sus manos vacías. La estupidez de sus locuras. Su mirada vacía. Oculta por el tiempo. Tan penetrante. Tan fugaz. Creo que podría analizar ahora mismo cada uno de los movimientos que hacía al subir al autobús. (Me) sonreía. Colocaba el maletín debajo del asiento. (Me) sonreía. Cruzaba los dedos. (Me) sonreía. Se peinaba el flequillo mojado. (Me) sonreía. Se incorporaba un poco en el asiento. (Me) sonreía. Algunas veces hacía ademán de levantarse. Otras no. (Me) sonreía. Y así un día tras otro. Todavía recuerdo, Anna, el día, aquel cuatro de noviembre. Cuando nadie se subió en la parada 5.2. Todavía lo siento. Aquel vacío inmenso y imbécil de haber perdido algo que nunca tuviste.


Vera.

Cuentos de autobús aquí.

2 commentaires:

  1. seguro que era profesor. segurísimo.

    pd: yo sé donde está. lo vi hace tiempo en Gran Vía, con un cucurucho de castañas en la mano. está mayor y un poco triste, pero creo que ha conocido a alguien que podría hacerle feliz. creo.



    (mi elefante
    te deja un pájaro
    pequeño para
    que te haga
    compañía)

    RépondreSupprimer
  2. Mira que es tonto hechar de menos lo que no tienes y lo mucho que nos pasa

    RépondreSupprimer

A veces hay cosas que es mejor contarlas.
Sólo por si acaso.