samedi 13 novembre 2010

Noviembre

A veces le daban tantas ganas de chillar que apretaba fuerte los dientes. A menudo sus encías sangraban dolor y rabia. Y su ortodoncista le regañaba. Seguía prefiriendo eso a humedecer el dióxido de carbono de Madrid con sus lágrimas. No se fuera a contagiar la gente. Los noviembres eran demasiado crueles. Quizá también todos los meses del año desde que él se había ido. Sería eso. Tenía tantas ganas de llorar que solía ahogarse precipitadamente e hipaba incontroladamente durante algunos minutos. Luego se relajaba y la tranquilidad le inundaba unos minutos. Después de doce segundos la realidad volvía y ella sentía llorar otra vez. Así durante ocho meses todos los días del año. Nevara, dilubiara, tronara, o hiciera sol, todo permanecía así. Tal vez era el momento de acabar con todo de una vez. Pero ya no le quedaban en la cajita las pastillas de valentía. Ni las de suerte. Las hAbía gastado todas por él. Joder.


Creo que he gastado mi suerte demasiado rápido. Quiero días de los de antes. De éstos .

2 commentaires:

  1. Noviembre es el comienzo del frío, y éste hace que todos los recuerdos vuelvan. Noviembre duele.

    ¿La foto de los pajarines es tuya?

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  2. porque ser valiente no es sólo cuestión de suerte

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A veces hay cosas que es mejor contarlas.
Sólo por si acaso.