samedi 13 novembre 2010

¿Vas a volver?

Mi hermano decía que la suerte había que gastarla sin prisa. Decidiendo bien qué hacer con ella y cuándo. Sin dársela a quién no la merecía. Guardándola entre almohadones y fundas nórdicas y sonriéndola cada día para que no se muriera de pena. Recuerdo cuando me dijo aquello. Fue la primera vez que fuí a la ópera, Aida, era. Estábamos en el descanso y me mordía las uñas de nervios contenidos. No sabía qué hacer con mi vida. Y él me miró y me dijo aquello. Como si fuera algo más que un chaval de veintitantos. Como si fuera un viejo que había visto pasar la vida ante sus ojos. Y se la habían destruido allí mismo. "Cuanto menos le debas a la suerte, mejor" repetió varias veces. Y yo me lo tomé en serio. Quizá por eso lo hecho de menos. Quizá nunca pensó cuando me dijo eso lo poco que la suerte le sonreiría después.Siempre supe que se había ido con mi abuelo a discutir sobre política. A jugar al parchís y al dominó por las tardes. Al casino por las noches los días de invierno. A comer pastas de chocholate los días de cumpleaños. A sonreir cuando el pelo se desvanecía por su clavícula. Le echo de menos. La suerte acabó con él.

5 commentaires:

  1. La esperanza es lo último que se pierde, así que no pierdas la esperanzas de que vuelva :)


    (miau)

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  2. Igual ambos tienen un golpe de buena suerte y se encuentran.

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  3. Joder. Ya no recordaba lo que era echar de menos a alguien. Sí, la felicidad es un buen deseo. Afortunadamente, a mi de momento, me rebosa.

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  4. No tener cerca a alguien cuando lo echas de menos así, es horroroso. Espero que vuelva la suerte :)

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A veces hay cosas que es mejor contarlas.
Sólo por si acaso.