dimanche 22 août 2010

Sobre el profundo abismo en el que te meces.




Hubo en algún momento aquella noche en que ella lo hechó de menos. Sintió mecerse en un abismo de desesperación que la empujaba al vacío. Fue una sensación aplastante de agobio inquietante. Como las de antaño. Como las que se sucedieron hace escasamente un mes. Como las que tanto odió. Como las que confirmaron que su amor por él no había sido de cartón piedra. Como las que la destruyeron. A ella y todo lo que tenían juntos. Pero sobretodo a ella. ELLA. Nunca fue la misma a partir de entonces. Nunca será la misma a partir de entonces. Y fue cuando aquella noche cuando el humo del tabaco se metía a través de sus ojos, haciendo que éstos lloraran de forma involuntaria (o no tanto). Cuando el alcohol agotó las fuerzas de su compañeros. Cuando el reloj dió la hora de irse a casa. Fue en ese preciso momento cuando ella lo hechó de menos. Hechó de menos todo lo que una vez habían vivido juntos, sus salidas por las tardes, sus noches al fresco compartiendo comida turca, sus consejos, sus risas, sus secretos... Todo lo que ahora no era más que frases vacías en cabezas huecas. En un corazón roto que todavía no se ha curado. Que quién sabe si se curará algún día. O si la cicatriz permanecerá allí para siempre. Invadiéndola. Quizá fue esa la causa de que ella aquella noche se mostrara más sensible que otras, despreciando a aquellos seres que se mueven entre luces de neón al acecho de una presa fácil. Despreciándola. Por ser así como ella es. Tan diferente y tan distinta. Tan rara. Durante aquellos momentos se sintió fuera de lugar. Sintió que allí no encajaba. Que su sitio se encontraba a kilómetros, quizá metros de allí. Junto a él. Alejándose de aquel recinto de alcoholización juvenil y zambulléndose en noches culturales y alternativas. Pero ella realmente no quería esas noches, ni culturales ni alternativas, sólo le bastaba que estuviera él. Demasiado fácil el deseo pero demasiado difícil cumplirlo. Dificilísimo. Ya no había nada que compartieran. Sólo palabras que se perdían en la niebla de aquellas noches de verano. Que el calor achicharraba y que nunca llegaban a su destino. Palabras. Todo y nada. Ella te echa de menos. Otra vez. Todo sería muy sencillo si yo no fuera ella. ELLA. Yo, al fin y al cabo.




(No bebo).

11 commentaires:

  1. Mucho tiempo sin leer estas hermosas palabras llevaba yo.

    RépondreSupprimer
  2. Bonito post!

    Te invito a que conozcas mi blog

    besos

    RépondreSupprimer
  3. buuf, pues yo entre a zara y lo vi todo tan iguaal! Seria de esos dias que no vas inspirada... jaja
    Muchs gracias por tu comentario! :D

    RépondreSupprimer
  4. Muchas gracias por tu comentario guapa. No conocía tu blog, pero me quedo por aquí para seguir leyéndote :)

    Lo del Casio....jeje, conozco gente que dice que no se tiró años con uno en la muñeca y lo acabó tirando de cansancio, para volver a ponérselo ahora :D Es la moda, que es así...

    Besitos

    http://the-thinking-cat.blogspot.com/

    RépondreSupprimer
  5. Buff... Me siento tan tremendamente identificada con la mayoría de cosas que escribes aquí, que a veces da hasta miedo. Duele. Duele mucho no sentirte en el lugar en que deberías estar. Pero a la vez siempre habrá un lugar para ti. Siempre. Sólo hace falta encontrarlo, y al fin y al cabo no es tan difícil. Te lo aseguro.
    (L)

    RépondreSupprimer
  6. Mucho me alegra saber que me lees :)
    Y también tu texto, me encanta, supongo que porque a mi también me ha pasado como a tantos otros.
    Te sigo y un beso!

    RépondreSupprimer
  7. Vaya, que bien escribes, y tus fotos no se quedan atras!
    Te sigo, besitos:)

    RépondreSupprimer
  8. un texto precioso!!

    trendywave.blogspot.com

    RépondreSupprimer
  9. yo si no fuera porque tengo que estudiar no me importaría nada que se acabara el verano, pero mñn ya se me acaba oficilamente los días de descanso...

    me gustan las fotos!!!

    RépondreSupprimer
  10. Entonces, el 26, brindaremos la una por la otra sin quererlo, porque también es mi cumple ese día ;)
    Besitos, mua!!

    RépondreSupprimer

A veces hay cosas que es mejor contarlas.
Sólo por si acaso.