dimanche 31 octobre 2010

Gat y sus jerseys de invierno.


Ella solía agujerearse los jerseys de lana. Lo hacía las tijeras del costurero de su madre. Pequeñas y con la punta redonda. A menudo también se agujereaba la vida, pero eso ya es otra historia. Al principio empezaba con un agujerito o un par, pero luego, a medida que avanzaba el invierno, terminaba de agujerear el jersey entero. Acababa, en primavera, con jerseys de varias temporadas y miles de colores agujereados con entusiasmo. Sin picardía ni reparos. Lo hacía con un fin demasido simple y discreto. Lo hacía para que, de alguna manera, los sentimientos se pudieran escapar en invierno por los agujeros y llegar a otras personas. Eran como agujeros de huída de amor y de libertad. Agujeros pacifistas, vamos. Sólo pretendían contagiar a las personas cercanas. A enamorarlas. A él. Al otro. Al que fuera. Gat tenía esa manía. Que le íbamos a hacer. Todo el mundo la tomaba por loca cuando llegaba el otoño y ella empezaba a agujerear sus jerseys, previsora. A veces, incluso, tomaba prestado algún jersey de su padre o de su madre y hacía lo mismo. Cosa que provocaba algún grito que otro, bien es verdad. A veces, en pleno Febrero, se daba cuenta de que se le escapaban los sentimientos demasiado, que se le escapaba la vida entre los descosidos de lana. Y entonces corría a taparlos con remiendos y trapos. Alguna vez se le escapó algún recuerdo bueno sin querer y se tuvo que pasar todo el invierno buscándolo. Cachis.
Podéis dejar remiendos para los jerseys de Gat aquí.

8 commentaires:

  1. Me encantan tus fotos siempre, lo que transmiten y el retoque, y qué decir de los textos, con algunos me identifico muchisimo! 1beso^^

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  2. yo lo hago con los vaqueros, a la altura de las rodillas, pero más bien es para que vean mundo y se enamoren si tienen la oportunidad. no pasa mucho, porque soy más de medias que de tejanos, pero cuando se da el caso (los días de más frío, casi siempre. una que es así de valiente) se ponen locas de contentas, aún a riesgo de constiparse.

    el método de Gat también me gusta. a mí es que me daría pena, ya sabes, eso de recortar pedacitos de lana y herir a los jerseys, y al final acabaría llenándolos de tiritas y taponando las vías de salida de los sentimientos, pero si a ella no le pasa eso entonces lo veo un truco genial.

    sonrisa de oreja
    a oreja

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  3. Mi truco es hacer las mangas (a la altura de las muñecas) del jersey tantantan grandes que parece que el jersey ya no es mío. Y la verdad, es que no sé exactamente porque lo hago, solo lo hago, y ya está. (Incoherente como todo en mí).
    Un beso

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  4. ¿Y volvió a encontrar el recuerdo que se le perdió?
    Un remiendo para los jerseys de Gat :)

    Uuu-uh.

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  5. Pues a mi me gusta lo que acabo de leer de ti también, te sigo :)

    Un beso enormísimo

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  6. Me gusta mucho mucho, tanto el texto como la foto. Yo también le hice eso una vez a un jersey de mi padre y como Gat, me gané algún que otro grito.
    Te sigo :)

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  7. Yo sería incapaz, la verdad. La pena y la culpa me corroería y tendría que comprarme el jersey otra vez sano y salvo. Además, me da rabia que se me escapen los recuerdos.

    Besito (:

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  8. Qué bonica eres, jaja.
    Colette es un poco la yo que duerme bajo la cama, come chocolate de madrugada y le da vergüenza hablar con los niños nuevos del colegio.
    Pues Los amantes del círculo polar es una de mis películas favoritas, la veo tan especial, tan completa... Y bueno, tengo familia francesa, y me encanta Francia desde que medía menos de medio metro.
    ¿En qué parte de Italia estuviste? Yo me pasé por Roma y Venecia, aunque ya lo habrás visto...
    Yo esta noche dormiré en el sofá debajo de unas cuantas mantas, aunque me da rabia, porque cuando amanece los pies se me han salido y se quedan helados, jeje.

    (L)

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