lundi 22 novembre 2010

Tus cometas de luz.

Recuerdo cuando me regalabas satélites y cometas para mi cumpleaños. Eran de los que yo luego guardaba en mi mesita de noche en una caja, ¿te acuerdas?, tú me apretabas bien fuerte las muñecas para que yo los viera brillar y yo lloraba de desconsuelo al ver que no aparecía nada en mis ojos, ni una simple estrella fugaz. Tú sonreías diciendo que esperara un poco más, que las cosas buenas nunca llegaban deprisa, pero yo era una impaciente, me desesperaba y nunca conseguía ver nada. Y un invierno tras otro guardaba tus regalos en mi habitación esperando ver luces centelleantes saliendo del cajón alguna mañana. Pero nunca ocurría. Por eso teminé colocandome tus regalos en mis pestañas. Para estar siempre alerta, esperando el momento oportuno. Y me llevaba conmigo siempre tus satélites y tus cometas, esperando que me cogieran cariño de una vez y se dignaran a brillar.

4 commentaires:

  1. ¿sabes qué pasa? que a los cometas y a los satélites no les gusta que los enjaulen. les gusta la inmensidad del cielo y orbitar lentamente cuando están tristes, pero no los cajones, ni siquiera las pestañas. por muy bonita que sean.


    pd: a mí Pandora me lleva a veces a mirar cometas. me gusta cuando lo hace.

    (sonrisa grande
    y bonita)

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  2. mmm...eso de ponerte cometas y satélites en las pestañas es genial...pero estas seguro de que no pesan demasiado?:)
    genial texto, muah!

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  3. Que grandeza el señor Quique, hace hoy tres semanas que lo ví en directo, pero sin ninguna duda el viernes repetiría...
    http://poetadebotella.blogspot.com/2010/11/magico.html

    mas o menos cuenta eso...!:)

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