samedi 9 octobre 2010

Clavículas que matan.







Y son los sábados que se parecen sospechosamente a los domingos por la tarde. A aquellos melancólicos domingos. Como si se hubiera duplicado. Como si ahora ocupara todo el (fin)de semana.
Y la lluvia cayera a su merced. Empañándome el corazón de gotas de lluvia. De vapor de agua. Hay cosas que sólo merecen ser contadas en blanco y negro. No hay fotos que tengan color expresando los sentimientos. Sólo puedes hacer fotos vacías cuando te sientes vacío por dentro. Y es entonces cuando usas la bicoloridad. Y ahora. Hoy. Sábado o domingo. Hoy todo es blanco. Hoy es, demasiado, demasiado, demasiado negro. El des(dolor) ha avanzado y ahora se ha asentado en mis clavículas. Y no quiere irse. Le gusta el lugar. Al lado de la garganta rasguñada por los resfriados del otoño. Se hacen compañía. Me parece bien.

1 commentaire:

  1. Me gusta que llueva. Pero me gusta que llueva y estar yo saltando bajo la ésta, no toda una tarde como domingo.

    RépondreSupprimer

A veces hay cosas que es mejor contarlas.
Sólo por si acaso.